Islandia es un país de grandes contrastes y paisajes increíbles. Estuvimos 15 días recorriendo gran parte de la isla y seguro que volveremos porque Islandia te engancha. Aterrizamos en Reikiavik donde recogimos el coche de alquiler y dedicamos los primeros días a visitar el sur de la isla como te contamos en este artículo.
En nuestro viaje recorrimos la carretera que bordea toda la isla y también nos desviamos para visitar los Fiordos del Oeste. Pero en este artículo nos centraremos en la parte norte del país.
Aunque antes te recomendamos que leas este artículo con los consejos y datos prácticos para viajar a Islandia.
Nos quedamos alucinados con los lugares que vimos en el sur del país y teníamos el listón muy alto, pero es que la naturaleza de Islandia no deja de sorprenderte. La parte norte está menos masificada por el turismo y también bastante menos poblada, que ya es decir, porque Islandia es uno de los países con menor densidad de población del mundo y casi toda la población vive en la capital.
Tabla de contenido
En el transcurso del río Jökulsá, en Fjöllum, hay dos majestuosas cascadas, la cascada de Dettifoss con una caída de 44 metros y 100 metros de largo, que se encuentra en el Parque Nacional Jökulsárgljúfur y está considerada la cascada más potente de Europa. Y la cascada Hafragilsfoss con 27 metros de caída y 91m de largo, que se encuentra en un antiguo cráter.
El Lago Myvatn se encuentra en una zona con una gran actividad geotermal, y eso hace que haya muchos rincones para explorar en esta región.
En la zona volcánica de Krafla está el cráter Leirhnjúkur, con un paisaje que es un campo de lava solidificada con pequeños lagos burbujeantes y fumarolas que denotan las altas temperaturas a las que se encuentra el suelo.
Cerca hay una preciosa cueva llamada Grjótagjá, la cual tiene un baño termal en su interior. Antiguamente se podía bañar en sus calientes y transparentes aguas, pero después de la erupción de los Fuegos del Krafla se prohibió el baño, ya que la temperatura puede superar los 60 grados. Este emplazamiento fue utilizado en una de las escenas íntimas de Jon Nieve y Ygritte en la serie de Juego de Tronos.
Dos grandes piscinas de agua caliente, una un poco más fría que la otra, que está a unos 40 grados. Podrás bañarte al aire libre mientras te tomas un refresco y disfrutas del entorno, una práctica que le gusta mucho a la gente local.
Nosotros fuimos de noche y tuvimos la suerte de poder disfrutar de auroras boreales mientras nos relajábamos en sus calientes aguas.
La entrada en 2016 fueron unos 40€ por persona, un precio bastante elevado pero la experiencia merece la pena.
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Hverir es un campo de fumarolas que emanan del suelo, con gases sulfúricos y pozas de lodo hirviendo. Debido a eso, el paisaje tiene una variedad de tonos ocres increíbles y el característico olor a azufre, que hace que parezca que estás en otro planeta.
El grandioso cráter de Hverfjall formado hace 2500 años, de color casi negro y con 1km de diámetro, bien merece una visita. Como casi todo en Islandia, te conecta con el interior de la Tierra y te hace sentir diminuto en sus bastos paisajes.
Siguiendo con nuestra ruta en coche por el norte de Islandia, nos detuvimos a visitar una hermosa cascada, la cual tiene una leyenda un tanto peculiar. Su nombre es Goðafoss o “cascada de los dioses” y se cuenta que cuando se produjo la cristianización del pueblo islandés, Þorgeir, el entonces gobernador, lanzó las figuras de arte religioso paganas que representaban a los dioses vikingos a través de sus aguas.
En la población costera de Húsavik tuvimos la oportunidad de hacer una excursión muy especial. El avistamiento de ballenas no es una excursión precisamente barata, pero era una oportunidad única para ver ballenas en su hábitat natural.
Así que nos enfundamos el traje de abrigo que nos dieron y pusimos rumbo a las gélidas aguas del Mar de Groenlandia.
Cuando compramos los billetes de la excursión no nos aseguraban que veríamos ballenas, es más, si ese día no conseguíamos verlas, tendríamos la oportunidad de volver a hacer la excursión al día siguiente por el mismo precio. Pero tuvimos suerte y pudimos avistar algunas ballenas jorobadas nadando muy cerca de la embarcación.
Si quieres ver focas en su hábitat natural, dos de los mejores lugares para hacerlo son, las playas de Hvítserkur e Illugastadir. Se encuentran al noroeste de la isla a través de una pista de grava, un poco antes de los fiordos del oeste. Te dejamos un mapa un poco más abajo con las localizaciones de las playas.
Nosotros pudimos ver focas a poca distancia en los dos lugares, y además en la playa de Hvítserkur, hay una enorme roca en el agua con una forma bastante curiosa.
La península de Vestfirðir está situada al noroeste de Islandia y en islandés significa «Fiordos del oeste».
Es una de las regiones más salvajes y menos pobladas debido a su extrema climatología. Está fuera de la Ring Road y muchas de sus carreteras no están asfaltadas.
Hemos hecho un artículo con los lugares que visitamos en esta zona que puedes consultar aquí.
Uno de los lugares más famosos de la zona es la imagen de la montaña Kirkjufell con su forma tan particular de cono. Es de las zonas más conocidas por su particular belleza y porque una vez más, ha sido escenario en la mítica serie de Juego de Tronos.
Hay una pequeña aldea en la península llamada Hellissandur, la cual es una de las más antiguas de Islandia y aún conserva en el Museo Marítimo unos ejemplos de casas con techos de césped. Esta localidad también nos da la entrada al Parque Nacional Snæfellsjökull, donde está el glaciar que da nombre al parque.
A través de una pequeña escalera metálica podrás ascender al cráter. No es tan grande como otros en la isla pero merece la pena el ascenso. Hay un parking justo en la base del cráter.
En la pequeña población Arnarstapi además de unos imponentes acantilados, se encuentra la estatua de piedra Bárður Snæfellsás, uno de los personajes más famosos de las sagas islandesas por ser mitad hombre y mitad troll.
También se encuentra el monumento a Julio Verne, famoso escritor que se inspiró en el volcán-glaciar Snæfellsjökull para escribir la novela «Viaje al centro de la Tierra». Aquí encontrarás una recreación de la entrada descrita en la novela para acceder al centro de la Tierra.
A pocos kilómetros de Arnarstapi en dirección a la carretera principal 54, encontramos esta impresionante grieta muy estrecha que parece sacada de un libro de fantasía, por la que corre un pequeño río y las paredes están repletas de musgo. Está muy cerca de la carretera, así que en un corto paseo llegarás hasta la grieta.
Si no has podido ver focas durante el viaje o tienes ganas de seguir viéndolas, un buen lugar es la playa de Ytri Tunga. Cuando llegamos allí había tres focas tomando los débiles rayos de sol que se colaban entre las nubes.
Y esta fue nuestra última parada en Islandia. Nos fuimos enamorados del país, sobre todo de sus impresionantes paisajes, difíciles de encontrar en otra parte del mundo.
Tenemos claro que tenemos que volver para explorar la parte interior de la isla, que tiene que ser aún más salvaje.
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