Uno de los lugares que hemos visitado durante nuestro gran viaje en camper por Europa ha sido los Dolomitas, en los Alpes Italianos. Estuvimos a finales de Septiembre y aunque aún había bastante turismo, no son las grandes aglomeraciones que hay durante el verano, y la temperatura sigue siendo buena.
Durante nuestra visita no tuvimos problema para pernoctar por la zona, están bastante preparados para este tipo de turismo y se permite.
Si te gusta el senderismo es un lugar precioso y con muchas posibilidades, desde rutas cortas y muy accesibles hasta auténticas rutas de alpinismo. A continuación te contamos los lugares que nosotros visitamos y como lo hicimos con camper.
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Se encuentra ubicado en el Parque Natural Fanes-Sennes-Braies y es el lago más grande de los Dolomitas.
Por su belleza, accesibilidad y por la bonita imagen de las barcas formando una fila (se pueden alquilar) es un punto muy turístico, eso hace que se encuentre un poco masificado. En este caso lo mejor siempre es madrugar mucho o ir a última hora, como hicimos nosotros.
Se puede aparcar en alguno de los parkings de pago y hacer la ruta circular al lago, que sale del Hotel Pragser Wildsee y son apenas 4 km (1h -1,5h) sin ninguna dificultad.
Nosotros hicimos una ruta un poco más larga (14 km) ya que aparcamos en un parking gratuito, en el cual también pernoctamos. A parte de algunos kilómetros más también le añades un poco de desnivel, pero sigue siendo una ruta con poca dificultad. En el mapa de más abajo te dejamos marcado el parking.
Se encuentra en un valle rodeado de montañas. No es uno de los lagos más espectaculares de los Dolomitas y eso hace que no esté tan masificado como otros. A nosotros particularmente nos gustó mucho y el poder verlo sin tanta gente fue un punto positivo.
Hay un parking de pago en el mismo lago y un restaurante. Puedes dar la vuelta al lago que no es muy grande y te lleva como mucho media hora, sin desnivel. Nosotros aparcamos un poco antes de llegar en un parking gratuito al lado de la carretera y que a través de un camino de tierra te lleva en pocos minutos al lago.
Es uno de los lagos más populares de la zona y eso se nota en la cantidad de turistas que hay y en la cantidad de tiendas y restaurantes alrededor del lago. Lo masificado y construido que estaba para nosotros le quitó un poco el encanto, pero a decir verdad es un lago muy bonito, con unas vistas de las montañas espectaculares.
Como es habitual se puede aparcar en los parkings de pago o optar como hicimos nosotros por aparcar en el parking gratuito frente al Lago Antorno.
A pesar de que la ruta hasta llegar al lago puede tener un poco de dificultad, sobre todo si las condiciones climáticas no son buenas, suele estar muy concurrida debido al color azul tan intenso y turquesa de sus aguas.
Aunque nosotros tuvimos un poco de mala suerte, nos llovió durante el camino y cuando llegamos al lago, este no tenía apenas agua, era más bien un “charquito”. Pero bueno… se apreciaba el color y al ser un paisaje de montaña todo el recorrido era muy bonito.
Hay un par de pasos un poco expuestos que están asegurados con cable, pero que no tiene mucha dificultad, están más que nada para dar seguridad.
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Un pequeño lago con muchas tonalidades de verde, turquesa y azul. Se encuentra pegado a la carretera y hay un parking justo en frente (¡ojo! para campers y caravanas son 10€/2h). Hay una ruta circular que da la vuelta al lago.
Nosotros para disfrutar sin masas fuimos antes de las 8 a.m y estuvimos solos. No aparcamos en el parking del lago, si no que lo hicimos en un parking un par de Kilometros antes (ubicación en el mapa de abajo) donde era gratuito aparcar de 7 a 19h (para pernoctar hay varios parkings a pocos minutos gratuitos, cerca de la carretera). Desde allí hay un corto paseo hasta el lago.
Como nos paso con los otros lagos de la zona, no lo pudimos ver en su pleno apogeo, ya que no tenía mucha agua. Estuvimos en Septiembre, después de un verano muy seco, suponemos que en primavera será la mejor época para visitarlo. Pero aún así bien merece una visita.
Una de las rutas más conocidas de los Dolomitas y para nosotros, la que más nos gustó.
Hicimos una ruta circular que bordea las tres cimas. Empezamos temprano a las 6 de la mañana, recomendamos empezar lo antes posible, ya que el camino se llena de gente.
La ruta es de unos 10 km y no tiene mucha dificultad, eso sí, como toda ruta de montaña hay que llevar calzado adecuado y tener un mínimo de condición física.
Aparcamos la furgoneta en el parking gratuito habilitado para empezar la ruta a casi 2.400 metros de altitud donde pasamos la noche. Para llegar a este parking tienes que pasar por un peaje que sube la carretera de montaña. A nosotros por ser una furgoneta L2H2 nos cobraron 30€/24horas, pero si vas con autocaravana son 45€/24h (no se puede pagar por horas, precios 2022).
Nota: Hay un poco de trampa en este peaje. Si no quieres pagar 2 veces y te quieres quedar a dormir en el parking, tienes que entrar más tarde de las 19h. Estará cerrada la taquilla y tendrás que coger un ticket que pagarás cuando bajes antes de las 7h del día siguiente.
Si entras por ejemplo a las 16h te cobrarán 30€, y pasadas las 19h te volverán a cobrar otros 30€. Así que lo mejor es entrar a partir de las 19h (ya verás que hay más vehículos haciendo cola), pernoctar, y al día siguiente hacer la ruta tranquilamente ya que tienes hasta las 19h para volver a bajar del parking.
Si quieres ahorrarte el peaje de la carretera, puedes aparcar en el parking gratuito del Lago Antorno (el mismo para visitar el Lago Misurina) y hacer la ruta más larga y sobre todo con bastante más desnivel.
La ruta empieza desde el Passo Giau, una carretera de montaña con unas vistas espectaculares.
Hicimos una ruta de 9,5km que bordeaba las Cinque Torri, pasando por las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Seguimos por el refugio Bai di Dones, donde se encuentra el telecabina para acabar en el parking.
Es una ruta con dificulta baja/media, según lo acostumbrado que estés a hacer rutas y que nosotros disfrutamos mucho también. Aunque la niebla en la parte final no nos dejó ver el paisaje, pero son cosas que pasan en esas altitudes.
Pernoctamos en un parking al borde de la carretera a muy pocos metros del inicio de la ruta.
Muy cerca de la ciudad de Cortina d’Ampezzo, está la cascada di Fanes. Es una ruta que te lleva a un mirador donde ves la caída de la cascada y que por lo que habíamos leído suele estar abarrotado. En nuestro caso estuvimos nosotros solos, suponemos que en Julio y Agosto eso es difícil.
La ruta transcurre por un hermoso bosque y no tiene dificultad. Una vez llegues al mirador puedes volver por el mismo camino, o puedes bajar hasta el pie de la cascada por unas escaleras «naturales», que luego tendrás que subir o continuar por la vía ferrata que te lleva al otro lado de la garganta. Para quien quiera hay otro tramo de vía ferrata que pasa por detrás de la cascada.
Se encuentra en la ciudad de Bolzano y alberga la momia de Ötzi (el hombre de hielo) y todos los utensilios y ropaje encontrados con él.
Ötzi es la momia natural (momificada por el frío) más antigua de hombre Europeo. Se calcula que tiene más de 5000 años y fue encontrada por dos alpinistas en un glaciar, entre Austria y Italia. Después de una lucha burocrática por ver en que territorio estaba, ganó Italia por pocos metros y Austria se la tuvo que devolver.
Es una parada diferente en los Dolomitas y si te interesa todo este tema, en el museo te cuentan todo lo que pudieron aprender de los estudios hechos a la momia, como enfermedades, su tipo sanguíneo, incluso la causa de la muerte (que parece no ser un accidente).
En la planta donde está la momia (está en una especie de congelador con una ventana para verla) y algunas de sus pertenencias, no se puede hacer fotos ni vídeos.
La entrada nos costo 13 euros por persona en Septiembre de 2022 y para visitarlo dejamos la furgoneta un par de horas en un parking de pago cercano al museo.
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