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En la actual ciudad de Bergama se encuentran las ruinas de la antigua ciudad de Pérgamo. Ubicada cerca de la gran ciudad de Esmirna en el sudoeste de Turquía, además de por sus ruinas también es conocida por el comercio de alfombras, ya que dicen que las de esta localidad son de una gran calidad. Paseando por sus calles vimos bastantes tiendas artesanales donde las fabricaban.
Hay varias ruinas que visitar en la ciudad como el santuario de Asclepio, que era un antiguo templo-hospital dedicado a un dios griego de la curación y donde se trataban algunas enfermedades, entre ellas las de tipo mental. Dentro de la ciudad están las ruinas del templo Kizil Avlu “la Basílica Roja” y en lo alto de la colina esta la acrópolis de Pérgamo.
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A parte de las tiendas de alfombras hay mucho comercio callejero tipo bazar (típico en Asia) y muchos restaurantes. Nosotros comimos en un restaurante “lokantasi” donde suele comer la gente local.
Se trata de restaurantes tipo buffet donde elijes platos del mostrador. Suelen ser restaurantes bastante baratos, aunque depende del lugar donde se encuentren puede variar el precio. El de esta ciudad estaba muy bueno pero no era de los más baratos. Nos pedimos 4 platos y 2 bebidas y nos costó unos 11€.
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Para visitar la ciudad y las ruinas de la Basílica Roja hay un parking gratuito justo al lado y que está muy cerca del centro de la ciudad. Si quieres también se puede pernoctar allí, pero nos pareció un parking bastante feo y ruidoso.
Para pernoctar nos alejamos un poco y nos fuimos a un lago que está a 10 minutos en coche, donde estuvimos muy tranquilos, eso sí, no lo recomendaríamos en días de lluvia o para vehículos muy grandes ya que el suelo se puede embarrar y el camino es un poco estrecho.
La antigua ciudad de Pérgamo tenía la parte alta que era la acrópolis, y luego tenía la parte media y la parte baja donde ahora se encuentra la ciudad de Bergama. Allí es donde están las ruinas de la Basílica Roja, antiguo templo construido por el imperio romano y que se cree que estaba dedicado a los dioses egipcios.
Las ruinas que quedan ahora son solamente una pequeña parte de lo que fue. Todo el complejo era tan grande que incluía el puente de Pérgamo de 196 metros, incluso por debajo había túneles y cámaras que conectaban todo el complejo.
Los bizantinos lo convirtieron en cristiano y actualmente una parte se usa como mezquita y otra parte se puede visitar de 8:30 a 19h por 40 tl (por unos 2€).
Se encuentra en la parte alta de la ciudad de Bérgama, en la cima de la colina. Para llegar hay varias opciones. Puedes subir con tu vehículo pero para llegar hay un tramo de la carretera que es bastante estrecho y empinado, así que para vehículos muy grandes o muy pesados no es muy recomendable.
Nosotros con nuestra Citroën Jumper pudimos subir sin problema, pero si no quieres arriesgarte puedes dejar el vehículo en el parking de la basílica roja que es gratuito y subir con taxi o funicular.
La entrada a la acrópolis nos costó en Mayo del 2023, 200tl que son unos 10€ por persona y por supuesto puedes entrar con tu mascota. El parking de la acrópolis en teoría es de pago, hay un cartel donde pone los precios (20 tl para coche y para autocaravanas 120tl) pero en nuestro caso no había nadie allí para cobrarnos así que nos salió gratis.
Una vez entras a las ruinas hay una maqueta donde puedes ver donde están los diferentes edificios. Si sigues el camino lo primero que te encuentras es el templo de Trajano, que ha sido restaurado para que se pueda apreciar la grandeza del templo.
Por esa zona también está lo que queda del templo de Atenea y la gran biblioteca de Pergamo, que llegó a ser una de las más importantes de la antigüedad después de la biblioteca de Alejandría, y se dice que llegó a albergar unos 200.000 libros.
¡Puedes ver todos estos lugares en vídeo en nuestro canal de Youtube!
Pero lo que más nos gustó es el teatro situado justo debajo del templo de Trajano, desde donde se tiene una magnifica perspectiva de las empinadas gradas que conformaban el teatro. Fue construido en el siglo III a.C y en realidad es uno de los teatros antiguos más empinados del mundo, con capacidad para 10.000 espectadores. Te recomendamos seguir el camino y bajar las escaleras del teatro hasta la parte baja donde tendrás una perspectiva totalmente diferente.
Desde allí sale un camino hacia el templo de Dionisio, dios del vino. Éste no está reconstruido pero se pueden ver las columnas y algunos elementos de mármol que formaban parte del templo.
Al otro lado del teatro sale un camino que baja hasta el ágora (mercado) del siglo II a.C, y el templo de Hera, que no es tan impresionante porque está bastante derruido pero merece una visita.
Subiendo ya cerca de la entrada está la zona donde tendría que estar el gran altar o el altar de Zeus, y decimos “tendría” porque actualmente está en el museo de Pérgamo de Berlín. Esto es porque el sultán les regalo el altar a los alemanes por el tiempo y esfuerzo que dedicaron a desenterrar la acrópolis. El altar es un edificio en forma de “U” donde se representa la guerra entre los gigantes y los dioses del Olimpo. Actualmente el gobierno turco está intentando traerlo de vuelta.
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