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Durante los 2 meses que estuvimos recorriendo Turquía nos sorprendió la gran variedad de paisajes que alberga este país, desde cascadas de película, las estepas infinitas del este, cráteres volcánicos… Recorrer un país tan grande con tu propio vehículo te da la libertad para descubrir todos estos lugares, y es una sensación que nos encanta.
En este artículo te vamos a enseñar los lugares que visitamos en el interior y este de Turquía, y ya te adelantamos que son espectaculares!
Tabla de contenido
En la provincia de Mersin hicimos esta pequeña ruta por un cañon hasta una de las cascadas más bonitas que hemos visto nunca. Es como un oasis en medio del desierto, ya que la zona donde se encuentra es muy desértica y por donde pasa el río todo se llena de vida y vegetación.
La entrada al sendero es de pago y cuesta 19 lt por persona (89 céntimos). Podrás entrar unos metros más con el coche hasta el parking oficial, pero a nosotros el vigilante nos dió la opción de aparcar la furgoneta en la puerta y ahorrarnos de pagar el parking a cambio de caminar 200 metros más. El camino es corto pero está muy bien preparado con fuentes de agua y mesas de picnic. Una vez llegues a la cascada, te vas a quedar un buen rato alucinando con el entorno.
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Monasterio del siglo V construido en lo alto de la montaña de Isauria, provincia de Mersin. El complejo tiene dos iglesias, una necrópolis y viviendas. La entrada es gratuita.
Para preservar el lugar hay un vigilante durante el día que nos dijo que no había ningún problema en pernoctar en el parking con nuestra furgoneta, así que aprovechamos la luz del atardecer para hacer fotos. La luz del atardecer baña todo el monasterio y queda una imagen preciosa.
En esta ciudad de la región de Anatolia Central falleció y fue enterrado el famoso poeta musulmán persa, erudito y teólogo Yalal ad-Din Muhammad Rumi o también conocido como Mevlana, nacido en el 1207 en Afganistán. Sus discípulos fundaron los derviches giratorios o Mevlevi , que son una orden de derviches que hacen una danza-meditación, llamada “sama” que consiste en girar sobre si mismos con los brazos extendidos y vestidos con unos trajes bastante curiosos.
Está considerada una de las ciudades más conservadoras de Turquía e incluso se llegó a conocer como “la ciudad del Islam”. A nosotros nos pareció una ciudad bastante ordenada y bien cuidada y fue muy agradable pasear por el casco antiguo.
Es una ciudad con muchísimas mezquitas pero la más representativa es la mezquita del Sultán Selim II. Justo al lado está el museo Mevlana donde está la tumba del poeta Mevlana, de acceso gratuito.
Visitamos también el Museo Panorama Konya, que tiene un gran parking gratuito y es el que utilizamos para dejar la furgoneta mientras visitábamos la ciudad. La entrada nos costó 10 tl por persona (0,44 euros) y dentro hay varias pinturas donde se representa la historia de la ciudad y la vida de Mevlana. En el piso de arriba hay una representación panorámica con figuras de cera de la vida en Konya en el siglo XIII, y en el patio hay 19 maquetas que reproducen 19 edificios religiosos del mundo Islámico, tanto de Turquía como de otros lugares del mundo como el Cairo o Chipre.
Cerca de la Capadocia se encuentra el segundo lago más grande de Turquía, el lago Tuz, que además es un lago salado y de aquí se extrae el 70% de toda la sal que se consume en el país. En verano cuando se evapora gran parte del lago, queda una capa de unos 30 centímetros de sal y en invierno parte de esta sal se vuelve a disolver con el agua que entra a través de los ríos que alimentan al lago.
En Mayo cuando visitamos el lago, éste tenía una fina capa de agua que creaba un espejo donde se reflejaba el cielo, y al caminar por él, daba la impresión de estar caminando por las nubes.
La zona sur del lago es la mejor conservada y es el refugio de varios tipos de aves como el flamenco.
La pernocta la hicimos a orillas del lago, alejados de los parkings principales donde se aglomeran los demás turistas y tuvimos el lago todo para nosotros (mapa al final del artículo).
¡Puedes ver todos estos lugares en vídeo en nuestro canal de Youtube!
Uno de los muchos caravanserai que se construyeron para que los viajeros y comerciantes de caravanas de la ruta de la seda pudiesen descansar y encontrar refugio. Además también era un lugar donde se podían abastecer de agua y comida.
Este caravanserai en concreto está muy bien conservado y se puede visitar por dentro por una tarifa de 20 lt por persona (menos de 1€). Aunque la arquitectura del interior es curiosa, no tiene mucho más para ver, pero tu mente se puede hacer una idea de cómo era el lugar muchos años atrás, lleno de vida, comercio y caravanas de camellos que iban y venían. En la sala más grande hay una exposición de alfombras bastante curiosa. También pudimos entrar con nuestro perro sin problema.
Es el cráter de un volcán extinto que se formó hace unos 4 millones de años cuando éste entró en erupción. Dentro del gran cráter hay otro cono volcánico que se formó en otra erupción más reciente, hace 9.000 años.
La imagen de los dos conos y los colores de la vegetación y el sedimento volcánico entre rojo y negro, bien nos pareció como si volviéramos a estar en Islandia. Fue uno de nuestros lugares preferidos de Turquía.
Unos años atrás este lugar todavía tenía un añadido más, y es que el primer cráter estaba lleno de agua formando el lago Meke, un precioso lago salado. Por lo que estuvimos leyendo y nos contó un local de allí, la agricultura del lugar ha gastado el agua subterránea de la zona, lo que ha hecho que el lago se seque.
No te olvides de subir el sendero que va hasta la cima del cráter, porque hay unas vistas de 10!
En la cima de la montaña Nemrut a 2.150 metros de altitud, se encuentra la tumba del rey Antioco I Theos de Comagene. El túmulo funerario data del siglo I a.C y tenía varias estatuas que median entre 8 -9 metros de altura. A día de hoy éstas tienen las cabezas separadas y están colocadas delante del cuerpo sentado encima de un altar.
Las estatuas representaban al rey Antioco, leones (representaban la dominación del reino de Comagene en la tierra), águilas (representaban la dominación del reino de Comagene en el aire) y diferentes dioses como Zeus, Apolo, Herakles, etc.
Es un lugar bastante famoso sobre todo al amanecer y atardecer. Nosotros nos levantamos a las 4 de la madrugada para ver el amanecer porque pensábamos que la salida del sol crearía algún efecto bonito en las estatuas, pero realmente es un amanecer como cualquier otro en las montañas, y además, creemos que son las peores horas ya que es cuando los tours acuden al lugar.
Es curioso como en lo alto de la montaña a más de 2.000 metros, se construyera este túmulo funerario tan grande.
Si quieres ver el amanecer en la cima, la taquilla para comprar los tickets la abren a las 3:30 a.m.
Dentro del Cráter Nemrut hay varios lagos, algunos estacionales y otros permanentes como es el caso del lago Nemrut, en forma de media luna y que ocupa casi la mitad de la caldera y está a una altitud de 2.247 metros. La caldera del volcán es la segunda más grande del mundo con casi 10 km de ancho.
Para disfrutar de este hermoso lugar hay una carretera bastante empinada que sube por la ladera del volcán desde la ciudad de Tatvan. Una vez llegas a la parte más alta de la carretera, ésta se adentra en la caldera y a partir de aquí entrarás como en otro mundo, ¡estás dentro de la segunda caldera más grande del mundo!
Además de las vistas tan impresionantes del lugar, otro de los atractivos es poder ver osos cuando oscurece, ya que dentro del cráter hay una gran población. Nosotros estuvimos una noche y pudimos ver dos muy de cerca. Uno de ellos era un viejo conocido del propietario de la tetería, que vive allí en los meses de verano para atender el negocio y su “amistad” con el oso nos permitió verlo muy muy de cerca.
Si tienes ganas de estirar las piernas puedes subir al punto más alto del cráter (2.935m), desde donde tendrás una buena perspectiva de lo enorme que es el cráter. Desde aquí también podrás ver el inmenso lago Van (el más grande de Turquía).
De camino a nuestro siguiente destino, el palacio de Ishak Pacha, ya muy cerca de la frontera con Irán, pudimos contemplar el volcán Ararat o “Agri”, que es la montaña más alta de Turquía con 5.137 metros y donde los más imaginativos dicen que quedó el arca de Noé después del Gran Diluvio.
Por el camino seguramente encontrarás bastantes controles militares ya que es una zona fronteriza y además allí viven los Kurdos* de Turquía, que desde hace tiempo están enfrentados con el gobierno central del país.
**Kurdos: etnia minoritaria que vive en Kurdistán, una región situada entre Irán, Irak, Siria Turquía y una pequeña parte de Armenia. Tienen un idioma propio, el Kurdo y una cultura propia.
El paisaje en esta zona nos recordó a Islandia, por la cantidad de campos de lava y el paisaje tan basto y solitario.
Este bonito palacio de estilo otomano se empezó a construir en el año 1685 por el gobernador de la provincia de Bayazit, que por aquel entonces era Colak Abdi Pacha. Como la construcción duró 99 años, fue el hijo quien continuó con ella, Ishak Pacha, que finalmente dió su nombre al palacio, pero tampoco él vió acabada su obra.
A lo largo de la historia la estructura ha sido dañada en varias ocasiones por terremotos, por la guerra entre Rusia y Turquía y por el abandono, así que ha pasado por varias restauraciones y aunque la estructura se ve muy bonita, es cierto que tiene un techo de cristal que afea el conjunto. Dentro hay varias estancias como: una mezquita, el harén, una prisión, los baños, etc.
Al lado del palacio hay otro castillo o lo que queda de él, incrustado en la roca. Es el castillo de Dogubayazit, que se cree que perteneció a la civilización Urartu y fue construido en algún momento entre los siglos XIII-IX a.C. Actualmente no está bien conservado y tiene poco que ver, ya que además está bastante vandalizado, pero si que se pueden intuir las murallas.
También podrás ver en la zona la mezquita de la antigua ciudad de Beyazit, que es de los pocos edificios que quedan en pie, después de que la ciudad fuese arrasada durante el conflicto entre los kurdos y el gobierno de Turquía.
Muy cerca de la frontera con Armenia están las ruinas de una antigua ciudad Armenia, hoy en suelo turco, ya que durante la guerra entre estos dos países Turquía anexionó terreno que hasta el momento pertenecía a Armenia.
La ciudad de Ani en la edad media era tan grande e importante que rivalizaba con ciudades de la talla del Cairo, Bagdad o Constantinopla y llegó a albergar a más de 100.000 habitantes, que para la época era una barbaridad.
Se la conocía como la ciudad de las 1001 iglesias por la gran cantidad de éstas que albergaba. Algunas de ellas son de los pocos monumentos que quedan en pie, aunque la mayoría no están en muy buen estado de conservación. Por este hecho los Armenios han denunciado a Turquía ya que creen que no han puesto mucho de su parte por conservar el lugar y para Armenia es todo un símbolo. Para intentar remediar este hecho y por su importancia en tiempos pasados, desde 2016 pertenece al Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La entrada a las ruinas cuesta 100tl por persona (3,86 euros) y 40 tl (1,55 euros) más si quieres audio guía.
La primero que encontramos al entrar es la gran muralla. La ciudad tenía una “pequeña” muralla que rodeaba toda la ciudad, pero como la parte norte era la más vulnerable, ya que las otras tenían protección natural (barrancos y río), se construyó a posteriori una segunda gran muralla solamente en esta cara de la ciudad que es la que hoy vemos.
El terreno es muy grande así que para desplazarte de un lugar a otro hay que andar bastante y la visita te puede llevar mínimo 3 horas.
Los edificios están construidos con la piedra local, la toba volcánica, por eso tienen colores diferentes que van desde tonos amarillentos hasta el negro.
Esta ciudad sufrió un ataque mongol en el año 1236 y después de eso en el año 1319 hubo un gran terremoto, lo que hizo el declive y posterior abandono de la ciudad.
Los monumentos que mejor conservados están son la Catedral, la iglesia de San Gregorio de Tigran Honents y la mezquita.
Es del siglo X-XI y la diseñó el arquitecto más famoso de la Armenia medieval, Trdat. Hoy en día está en restauración, así que la encontramos llena de andamios. La cúpula se derrumbo durante el terremoto de 1319.
Es la iglesia mejor conservada con diferencia y la que más nos gustó. Además es el mejor lugar para ver la frontera natural que separa Armenia de Turquía, el rio Ajurian.
Un rico comerciante armenio llamado Tigran Honents la mandó construir y se terminó en el año 1215. El interior está lleno de frescos muy bien conservados y que tratan dos temáticas, por una parte representan la vida de San Gregorio el iluminador y otra parte trata la vida de Cristo.
Su fundador fue Manuchihr, primer miembro de la dinastía Shaddadida que gobernó Ani en 1072. El minarete es la parte más antigua y bien conservada.
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